Tamcoc, la Bahía de Halong terrestre

Llegamos a Tamcoc al atardecer, y el billete incluía una noche gratuita en dormitorio compartido, así que no nos preocupamos en buscar alojamiento. Rara es la vez que dormimos en dormitorio en Asia, pero por una vez no pasa nada 😛 El tiempo no acompañaba, pero como tampoco llovía, fuimos a dar un paseo.

Aumentad la luminosidad de la pantalla, la mayoría de las fotos son oscuras debido a la poca luz…

Bich Dong, una pequeña hermosa pagoda

Antes de llegar a la pagoda, 3km de niebla, cielo gris, montañas y cultivos, todo en un ambiente misterioso…

Anduvimos hasta el final del camino donde hay una pagoda que nos dejó maravillados. Enmedio del paisaje cárstico típico de Halong, y al pie de una montaña, la pagoda cuenta con varios altares a los que se llega subiendo por la montaña y atravesando cuevas.

Los edificios, la montaña, las cuevas y la niebla ofrecían un paisaje encantado. Pasamos por un puente y un camino para llegar al edificio principal, de allí subimos por unas escaleras para llegar a una cueva con estatuas de Budha en el interior, y salimos por el otro lado, donde hay un altar con vistas a un valle detrás de la montaña. Realmente quedamos maravillados con la primera visita de Tamcoc.

Tamcoc en barca, entre cuevas y montañas cársticas

A la mañana siguiente, el cielo seguía cubierto, pero sin lluvia. Nos apresuramos a alquilar un par de bicis y fuimos al embarcadero (evitamos el del centro del pueblo, muy turístico, y fuimos a 7km de allí, al tercer embarcadero, menos frecuentado y más barato – aquí las coordenadas para los interesados).

Realizar paseos en barca por el río se ha convertido en la actividad turística del lugar, y con razón ! Navegar enmedio de las montañas que emergen verticales en ambos lados del río es precioso. El lugar que elegimos es también diferente a los otros, pues cruzamos varias cuevas con la barca. El camino es llano, y el paisaje anunciaba un paseo perfecto (sólo la lluvia podría estropearlo).

Como llegamos demasiado temprano, las mujeres que reman no habían llegado, así que hicimos el paseo con un chico. Se puso su sombrero y empezó a remar… con los pies. Es algo muy típico de Tamcoc, y muy curioso ! Se ve como dominan la técnica. No podemos ni imaginarnos el rumbo que tomaría la barca si lo hiciéramos nosotros 🙂

Todo estaba en calma, sólo se oía el ligero ruido de los remos al acariciar el agua. Nada a nuestro alrededor. Cruzamos la primera cueva y al salir, un paisaje aún mejor. Estábamos solos. Al final de la tercera cueva dimos media vuelta. Se puede ir más lejos pagando un suplemento.

Como era de esperar, la lluvia vino a vernos de nuevo, pero fué pasajera y no dejó mucha agua 🙂

Hang Múa, el (supuesto) mejor panorama sobre Tamcoc

Al mediodía, fuimos en bici desde Tamcoc hasta Hang Múa. Ofrece una vista panorámica de la región que te deja sin aliento. Literalmente. La subida, unas 400 escaleras (perdimos la cuenta) 😉 En la cima, un altar, y aún más arriba, un dragón. La niebla seguía escondiendo parte del paisaje, pero este toque misterioso nos encanta !

La vuelta fué pasada por agua. Un buen chaparrón nos pilló sobre las bicis y llegamos empapados al hotel. Pudimos comprobar que la chaqueta de Toni ha perdido la impermeabilidad, ahora es un simple corta-vientos! Allí esperamos la hora de tomar un bus en dirección a Hue. A pesar de la lluvia, Tamcoc nos encantó, es un MUST DO !