East Cape, en tierra maori
Después de 3 semanas y media en Rotorua, de vuelta a la carretera dirección East Cape. Ninguno de los viajeros que hemos conocido ha estado allí, y está fuera de los circuitos turísticos, lo que lo hace más atractivo para nosotros ! De Whakatane (se pronuncia “fakatani”) a Gisborne, e aquí nuestras dos semanas en East Cape : una región poco conocida e increíble !
Pequeña precisión : pasamos 2 semanas allí pero se puede visitar en un par o 3 días, sin parada Helpx de por medio !
Para la mayoría de excursiones seguimos la Frenzy Guide, excelente ! Es de largo la mejor guía sobre el país para aquellos que aman las excursiones y los itinerarios fuera de circuitos turísticos. Tenemos también la Rough Guide y la Lonely Planet “Hiking and Tramping in NZ” pero no han sido de mucha utilidad.
Para los lugares donde dormir, utilizamos las aplicaciones WikiCamps y Campermate (gran preferencia por WikiCamps), que permite realizar búsquedas más precisas y crear un mapa con tu recorrido. La aplicación Gaspy permite comparar los precios de las gasolineras, muy dispares. Indispensable !
Día 1 : de Okere Falls a Whakatane – 88km
A penas habíamos salido de Rotorua y las Okere Falls y habíamos tomado la ruta 30 dirección este. Primera parada : Kawerau y su super piscina municipal de 5 piscinas descubiertas y gratis ! En invierno es genial. Habíamos dejado atrás la casa en Rotorua (nuestro super Helpx) hacía solo 24h, pero como no sabíamos cuándo podríamos tomar otra ducha, mejor aprovechar !
Limpios y arreglados, seguimos hacia el Cabo Este. Una de las primeras cosas que nos atrajo es que, en Nueva Zelanda, East Cape es el lugar donde la cultura maori es más presente. Con un 85% de tierras pertenecientes a los maori, East Cape es un caso excepcional en la Nueva Zelanda actual, donde los colonos se apropiaron de casi todo el territorio. Primera ciudad en el punto de mira : Whakatane y su espléndido atardecer frente a la Whale Island, un volcán activo a 48km de la costa.
Día 2 : Whakatane
Por la mañana, a través de un sendero costal bajo un cielo amenazador (Kohi Point) y atravesando lugares de ocupación maori inapreciables hoy en día (los pā, antiguos pueblos), tocamos un poco la historia del país. No es muy antigua, puesto que los maori llegaron hace “sólo” unos 800 años. Whakatane guarda su vínculo con los primeros habitantes : una cueva sagrada y un marae histórico en la ciudad que se pueden visitar.
Días 3 y 4 : la costa Norte, de Whakatane a Te Araroa – 215km
La ruta es simple : sigue la costa. Armados con la Frenzy Guide y Wikicamps, hicimos varias paradas durante esos 2 días : la iglesia de Raukokore frente al mar, un bonito freecamp en la costa de Te Kaha, un almuerzo en Lottin Point con vistas increíbles, la antigua pasarela de Hick’s Bay de más de 100 años… En todas partes las playas son magníficas. La arena, las olas y el buen tiempo componen un hermoso cuadro.
Al final del día llegamos a Te Araroa, el pueblo más al esta de Nueva Zelanda. 600 habitantes viven durante el año. Los confines de la Tierra. La playa, invaída por madera, es inmensa y desierta.
Pero sólo es una parada para nosotros : bajo la luz del atardecer (a las 17h, viva el invierno !), continuamos más al este por una carretera que se vuelve camino.
15km más tarde llegamos a nuestro destino, un campo frente al mar transformado en “camping” por un agricultor. Inodoro seco, un grifo, una caja honesta para pagar los 6$/persona, el paraíso ! Cocinamos nuestros fideos chinos preferidos a nuestra manera y comimos frente a un hermoso atardecer, y como empezaba a hacer frío, invitamos a nuestros vecinos alemanes a tomar algo en la furgo, un palacio en comparación con muchos coches de mochileros…
Día 5 : amanecer en East Cape
5h. Sonó el despertador por primera vez en mucho tiempo ! Pero teníamos una cita, y no una cualquiera : íbamos a ver al sol, y él no espera a nadie. Rápidos, arrancamos y recorrimos los últimos 5km del camino lo más “rápido” posible (nada fácil visto el estado del camino, la negra noche, y las vacas campando a sus anchas). Aparcamos y subimos los 700 peldaños, llegando al faro cuando se empezaba a ver la línea del horizonte. Llegamos a tiempo !
Instalamos nuestra manta de picnic, nos envolvimos dentro del saco, sacamos el desayuno (regla número 1, nunca olvides la comida) y disfrutamos del espectáculo.
7h15. Ahí llega ! El 5 de julio de 2017, fuimos los primeros a ver el sol (eso según la leyenda, porque algunas islas en el pacífico se encuentran más al este, pero bueno, vamos a creer que están sin habitar). Nos quedamos contemplando el paisaje hasta las 9 o 10h, cautivados por los campos bajo la neblina que se despertaban.
Llegó la hora de volver a Te Araroa y conocer a Joan, una mujer maori que nos acogió durante nuestra segunda experiencia Helpx.
Mientras conducíamos, algo nos sobresaltó : “Mira, una piedra se ha movido… es una foca !”. Hyper excitados, nos encontramos con la primera foca del viaje y la fotografiamos desde todos los ángulos sin saber que era la primera de muchas, muchas, muchas más (y todavía hoy seguimos acribillándolas a fotos. No podemos resistirnos !). Estaba tomando el sol un poco dormida y no pareció importarle nuestra visita (nos movíamos siempre a una distancia prudente y nunca entre ella y el mar, su vía de escape). Nos miraba de vez en cuando curiosa cuando nos acercábamos… Como casi todas las focas, como pudimos comprobar durante el viaje !
Ya recuperados de la sorpresa, fuimos a casa de Joan. Nada más llegar conocimos a Brice, Flore y Wilfred. Hmmm, no seran nombres frenceses por casualidad ?! Pues sí, y los 5 nos quedamos en casa de Joan… los franceses estan por todas partes !
Joan nos mostró su propiedad : “este pequeño edificio es la sala común. No hay agua corriente ni electricidad. Para tomar una ducha, es con agua del río. El inodoro está frente a la montaña y no tiene puerta. Esto es el Earthship, la construcción de barro en la que estamos trabajando”. Euh, la ducha con agua del río en invierno ??! La última la tomamos en Whakatane hacía ya 4 días, y soñábamos con una ducha caliente para calentarnos… En fin, no hay otra !
Su habitación se alza frente a una encrucijada entre un meridiano y un paralelo (materializada por un fuego de campo que ella enciende cuando hay luna llena) por la energía que emana del lugar. Mientras nos mostraba el baño, nos invitó a dar gracias a la naturaleza por lo que nos ofrece, mientras nos indicaba que un hada vive en el río… Ese sería el embiente de los próximos días ! Decidimos conocer a Joan justamente para descubrir otras maneras de ver la vida, de pensar.
Días 6 a 11 : Construcción de barro en Te Araroa
Los 6 días de voluntariado pasaron rápidamente gracias a la compañía de la que disfrutábamos. El tiempo no acompañaba y los alrededores de la furgo hasta la sala común y del Earthship, la construcción de barro, se transformaron rápidamente en un lodazal. Chapoteamos de la mañana a la noche, y la ropa no se secaba…
Pero una construcción de barro, qué es ? Según Wikipedia es es un tipo de casa pasiva hecha de materiales naturales o reciclados.
Gran parte del Earthship ya estaba en su lugar : los cimientos, la estructura y el techo. Nos tocaba rellenar las paredes con una mezcla de paja, barro y agua. El proceso toma su tiempo, pero como éramos 6, avanzamos a pasos de gigante. Es alentador ver un progreso y unos resultados tan rápidos !
La segunda etapa se trata de “lanzar” contra la pared una mezcla de barro, arena y agua, con suficiente fuerza (y maña) para que quede bien fija. La humedad del ambiente no ayudó mucho, los muros que acabábamos de rellenar estaban todavía húmedos, y las lonas de plástico que cubrían la construcción tenían agujeros por donde se filtraba la lluvia, que a su vez remojaba los muros ya secos…
Aquí estamos en plena acción, grabados por un amigo de Joan (admirad el magnífico techo !) :
Trabajábamos de manera irregular, según el tiempo (llovía bastante y a veces no podíamos trabajar… Viva la lectura y las partidas de cartas !), las filtraciones del techo (que nos tomaba mucho tiempo a “reparar” con lo que podíamos : otras lonas, chapa, clavos…), las paredes irregulares que ya estaban construidas (que debimos reparar antes de “lanzar” la mezcla) y la falta de barro (que Joan, Wilfred y yo fuimos a buscar a 60km de allí en una expedición épica…).
En 6 días rellenamos todas las paredes con paja y cubrimos gran parte con barro. Joan partiría a Londres en pocos días y estaba contenta del trabajo, y esperaba sobretodo que todo estuviera bien seco a su regreso. Sólo quedará poner los marcos de las ventanas, terminar las paredes y cubrir el techo. Parece poco pero los siguientes van a tener mucho que hacer !
Y así Joan podrá preparar sus productos a base de kawakawa en esta habitación… Kawa qué ? La kawakawa es una planta local muy utilizada por los maori en todas sus preparaciones : bebidas y sobretodo cremas y balmos. Joan continua preparando estos productos, infusionando las hierbas y mezclándolas con cera de abeja y aceites, que luego vende a tiendas locales.
Un modo de vida alternativo, pero contradictorio ?
Joan tuvo una vida muy ajetreada. Creció en Te Araroa donde sus padres tenian un negocio. Ejerció como “sage-femme” y vivió durante mucho tiempo en Arabia Saudí. Vivió también en Gales y tuvo 4 o 5 hijos. Casa grande, coche, una vida “clásica”. Hasta que un día conoció a gente que tenían una casa de tierra, y poco a poco, cambió sus costumbres, hasta renunciar al agua corriente y la electricidad (tiene un panel solar para iluminar la sala común y cargar el movil, indispensable para contactar con su familia y acoger voluntarios).
A pesar de no tener ningún interes en renunciar al agua o la electricidad, admiramos su modo de vida tan cercano a la naturaleza. Descubrimos también la meditación, que ella practica regularmente. Hicimos unas 3 sesiones, hasta llegar a la 1/2h de meditación, sin ruido ni movimiento alguno. Bueno, a mí me costó un poco eso de no moverme, no encontraba una buena posición, pero a Morgane no pareció importarle.
Aún así, hay algo que no nos cuadra. Por un lado, dice vivir en harmonía con la naturaleza, las energías fluyen, comparte su modo de vida con nosotros. Pero por otro lado, comíamos carne en todas las comidas (hasta salchichas con gusto a ternera y pollo!) y montones de queso. Sería para gastar menos? No seguía las temporadas de fruta y verdura (lechuga y tomate en invierno?). Muchos productos poco saludables… Hasta es contrario a nuestra manera de comer, y en teoría estamos menos comprometidos que ella. Reciclaje ? Nanai! A parte de los botes de cristal, y los restos de comida no se guardaban para más tarde, sino que se los daba a las gallinas para que estuvieran contentas. Una serie de cosas que nos dejaron desconcertados…
Los mejores momentos en East Cape
Nuestra estada en Te Araroa quedará para siempre en nuestra memoria gracias a la ducha… Después de 6 días sin un buen lavado, tuvimos que pasar por la ducha : Joan sacó un calentador hecho con un bidón de metal y cañerías, donde se encendía un fuego en la base. Después de instalarlo, conectar las cañerías, encender el fuego, hacer explotar un tubo de plástico (porque el agua caliente se fue por donde no tocaba y el plástico no aguantó)… nos rompimos la cabeza para repararlo. Pudimos tomar una ducha fría pero no helada, hurra ! Para la siguiente ocasión, calentamos el agua en la cocina y nos lavamos con una taza. Mucho más eficaz !
Te Araroa está bañada por el mar. Robin, la pareja de Jessica, una amiga mía kiwi de Auckland, nos regaló una caña de pescar… era hora de probarla ! 2 intentos, 2 atardeceres hermosos, 0 peces, 1 hilo roto, 1 anzuelo perdido. Pero buenos momentos !
Las salidas de pesca son también una excelente excusa para disfrutar de la luz dorada del atardecer después de la tormenta !
El árbol de la foto es el pohutukawa más viejo de Nueva Zelanda (y del mundo, pues es un árbol endémico). Con 600 años, nació antes de la llegada de los colonos ingleses ! (Pero al lado de los kauri y sus 2000 años parece sólo un principiante…)
Para la última cena preparamos unas deliciosas pizzas caseras en el horno de leña. Fueron un gran éxito y una manera genial de terminar la experiencia ! (y desde entonces, no me quito de la cabeza la idea de construir mi propio horno de barro…)
Días 12 & 13 : La costa sur, de Te Araroa a Gisborne – 170km
Antes de partir, Joan (de origen maori) nos hizo visitar el marae del pueblo. El marae es el lugar de encuentro de la comunidad maori. Siempre de rojo, es un lugar sagrado y sirve para celebrar todo tipo de acontecimientos : aniversarios, bodas, entierros y fiestas varias. Se come, se baila, se duerme… Antes de entrar, Joan reza unas plegarias. El marae de Te Araroa es reciente, habiendo el anterior sido quemado. Es precioso, decorado al estilo tradicional con paneles trenzados y esculturas que cuentan diferentes historias de la tribu y sus ancestros. Las fotos están prohibidas en lugar sagrado, pero tenemos algunas del exterior del marae de Rotorua y de Whakatane, al principio del artículo. Joan nos contó algunas de las tradiciones y costumbres maori, una buena inmersión en la historia del país !
Llegó la hora de despedirse de Joan, Flore, Brice y Wilfried, y retomar el viaje.
Que felicidad conducir por las carreteras casi desiertas ! A parte de algunos camiones transportando madera (los bosques son un verdadero negocio aquí!)
La iglesia de Tikitiki fue objeto de nuestra primera parada. Su peculiaridad, es maori. De hecho, a pesar de tener su propia religión cuando los colonos llegaron en el siglo XIX, muchos adoptaron la religión católica. Esta iglesia es un vivo ejemplo de esta mezcla : 2 culturas, 2 religiones, un resultado magnífico. Encontramos la decoración tradicional de los marae, los colores, las esculturas, los paneles trenzados. Hasta en loas cristales !
Seguimos hacia Tolaga Bay, protegida por un inmenso acantilado y con un embarcadero de 1km de largo.
Subimos al acantilado, hacia Cooks Cove (una cueva donde James Cook, el héroe nacional, desembarcó en 1769). La vista es espléndida pero el atardecer se nos echaba encima y no tuvimos tiempo de llegar a la cueva… Pues sí, la noche cae a eso de las 17h30, es lo que tiene viajar en invierno !
Después de una noche a la orilla del mar, en un freecamp de ensueño (que raro, no ?) donde éramos los únicos (viva el invierno !), seguimos tranquilamente hacia Gisborne, visitando también el faro de Wainui (excursión no oficial, indicada en la Frenzy Guide).
Llegamos a la ciudad que marca el límite de la zona este de Nueva Zelanda, Gisborne ! La subida de Kaiti Hill, con una estatua de Cook, cierra nuestra etapa por el este del país !
Si todavía dudáis en visitar esta región… No os lo penséis más ! Es una hermosa región, con menos turistas y lugares increíbles donde pasar la noche !